Under Armour Basquet – Voley

Bs.500.00

Si comparamos unas zapatillas de baloncesto con unas que no están diseñadas para esta modalidad deportiva, se puede observar a simple vista que las primeras muestran un mayor rendimiento en la amortiguación durante el aterrizaje. El objetivo de esta mayor amortiguación es la reducción de las fuerzas de impacto que experimentan los jugadores/as de baloncesto durante su juego, ya que pueden llegar a ser muy elevadas y repentinas (Nigg, 2010). En este sentido, tanto la amortiguación de la zapatilla como la dureza de la entresuela son dos factores clave que están relacionados con una mejor atenuación del impacto (Fu et al., 2017, 2013; Wang et al., 2017; Lam et al., 2018, 2017). Por tanto, una buena amortiguación o una entresuela más blanda serán características deseables en una zapatilla de baloncesto para conseguir una adecuada atenuación del impacto durante la práctica de este deporte, sin olvidar, por supuesto, que una adecuada adaptación al calzado, así como también un correcto acondicionamiento físico serán vitales para evitar posibles lesiones derivadas de dichos impactos.

 

LA ALTURA DEL CUELLO

Otro aspecto muy característico de las zapatillas de baloncesto es la altura del cuello, ya que podemos encontrar de diferentes alturas (bajo, medio o alto). Cuando adquirimos unas zapatillas de cuello alto esperamos que nos ayuden a reducir la supinación excesiva del tobillo y a mejorar su estabilidad durante acciones de salto y cambios de dirección. Efectivamente, parece ser que el cuello alto es una solución eficaz para reducir el riesgo de sufrir esta indeseable lesión (Fu et al., 2014; Liu et al., 2017; Yang et al., 2017; Yentes et al., 2014). Sin embargo, desde el punto de vista del rendimiento, existe cierta inconsistencia respecto a los efectos de esta característica de la zapatilla. Por un lado, algunos estudios explican que el cuello alto reduce la dorsiflexión del tobillo y la amplitud de movimiento en comparación con las zapatillas de cuello bajo, lo que conduciría a un rendimiento inferior en tareas de agilidad y salto (Brizuela et al., 1997; Robinson et al., 1986; Yang et al., 2017). Pero, por otro lado, también existen estudios que no han encontrado ningún efecto negativo sobre el rendimiento en el salto, los cambios de dirección o la agilidad (Liu et al., 2017; Yang et al., 2017; Lam et al., 2015).

 

LA TRACCIÓN DE LA SUELA

La tracción de la suela, que viene determinada por la dureza del caucho y el diseño del dibujo, se considera un factor realmente importante tanto para el rendimiento (arrancadas y paradas, cambios de dirección, etc.) como para las lesiones (Luo & Stefanyshyn, 2011), ya que una tracción insuficiente podría provocar que el jugador/a experimente una pérdida de control (deslizándose, por ejemplo). Así pues, se ha demostrado que el uso de zapatillas con una buena tracción está relacionado con una mejora en el rendimiento en situaciones de esprints (tanto lineales como curvos), cambios de dirección y saltos (Luo & Stefanyshyn, 2011; Worobets & Wannop, 2015). Por tanto, la selección de unas zapatillas con una suela que garantice una buena tracción ayudará al jugador/a al desempeño de este tipo de acciones tan comunes en el baloncesto.

 

LA MASA DE LA ZAPATILLA

Por último, generalmente se cree que la masa de la zapatilla está relacionada con el rendimiento en tareas de agilidad (¿quién no ha oído algún spot publicitario comercializando unas zapatillas ligeras que permiten movimientos más rápidos y veloces?). Sin embargo, contrariamente a esta creencia, parece ser que en el baloncesto no se trata de un factor determinante para el rendimiento del salto vertical, el esprint o el desplazamiento lateral (Mohr et al., 2016; Worobets & Wannop, 2015). Curiosamente, Mohr et al. (2016) observaron que cuando el jugador/a es sabedor de que unas zapatillas son más ligeras que otras, tiende a mejorar su rendimiento al utilizar las más livianas; sin embargo, esto no sucede si el deportista no conoce la diferencia de peso entre ambas zapatillas. Es decir, las expectativas positivas hacia los posibles beneficios funcionales de un calzado más ligero pueden llevar a los deportistas a mejorar su rendimiento. Esto nos demuestra como el factor psicológico también jugará su papel en la mejora del rendimiento con unas u otras zapatillas.

3. CONCLUSIONES

Como he ido explicando a lo largo del texto, son muchas las características que debemos tener en cuenta a la hora de seleccionar unas zapatillas de baloncesto: amortiguación, dureza de la entresuela, altura del cuello, tracción y masa. Y ante todos estos factores, la pregunta obvia que surge ahora es: ¿y cuál es el factor más determinante? Pues la respuesta es clara: todos y ninguno. Es decir, deberás seleccionar aquella zapatilla que se ajuste mejor a tus características como jugador/a (posición, estilo de juego, etc.), a tus gustos y tus preferencias, y como no, a tu bolsillo. Por suerte, el mercado del calzado deportivo, y concretamente de baloncesto, ofrece en la actualizad un amplio abanico de posibilidades, por lo que estoy seguro de que podrás encontrar aquellas zapatillas que mejor se adapten a ti.

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